“Yo no vivo, ardo…
Yo no
lloro, yo lluevo…
Yo no
escribo, yo destilo…”
De las sesiones que he tenido hoy, me
sorprende que las 5 han llegado de una manera u otra al tema de la muerte. Una fue sobre
la muerte de una relación;
otra, sobre la muerte de alguien
a quien amó; otras sobre la muerte de lo que uno fue y ya no es más y al final
hubo alguien que habló directamente de su miedo a desaparecer, a morir y no
quedar más en este mundo. Y entonces me
puse a pensar sobre mi propio miedo a morir de todas estas maneras. Y creo que este blog adquiere sentido cuando
pienso que, en el fondo, lo que hacemos los que escribimos para que otros lean,
es una manera de quedarnos. Necesitamos algo que nos haga sentir que nuestra existencia, con nuestros dilemas, pensamientos,
inquietudes y sueños, de alguna forma quedó plasmada para trascender el tiempo
y el espacio. Supongo que cuando escribo, toda mi intencionalidad queda
puesta en las palabras que plasmo y creo que así, algo de mi miedo a morir
desaparece. Me daba cuenta cómo en las
redes sociales quedan testigos de nuestro diario vivir a través de las palabras
o las imágenes.
El otro día también leía los poemas que
escribió mi abuela antes de morir, y fue precioso conocer cómo se sentía ella a
través de sus palabras. Lo primero que pensé fue : “lo subiré a Facebook para
que quede ahí abierto para todos y de esa forma mi abuela siga dejando huella a
través de sus palabras escritas”. Me
conmuevo todos los días leyendo y sabiendo que alguien, como yo, estaba del
otro lado de dicho escrito poniendo todo su ser en aquello y que hoy , me han
tocado, seguramente sin saberlo, sin sospecharlo.
Eso es escribir para mi, quedarme,
plasmarme, destilarme y darme y al hacerlo algo de mí se resiste a morir, eso
que sé que es leído por otros y al ser leído se queda en ellos. Se queda en ellos no mi escrito, sino yo, y
así muero un poco menos. Me consuela
pensar que exista esta forma mágica de rebelarme a las leyes del tiempo y del
espacio y se me antoja invitarte a que cuando escribas, tú también pienses que,
al menos de esta manera y por ese instante, estás siendo etern@.