martes, 27 de octubre de 2015

El ego.. un duendecillo del APEGO


Dentro de mi viven dos voces antagónicas… bueno, en realidad viven muchas voces, y no precisamente porque tenga algo de esquizofrenia, bueno, no que yo lo sepa al menos…. Pero estas dos voces últimamente son las que más resuenan manifestándose de mil maneras…

Es la voz del EGO con la voz del AMOR QUE DEJA LIBRE   El ego se me aparece gritándome berrinchudamente de la siguiente manera:

“Es mío”
“Yo no quería así”
“Quiero más”
“¿Por qué a mi?”
“Nadie me entiende”
“Yo he dado más”
“No valora lo que hago”
“¿Por qué ellos tienen más que yo?”
“¿Qué pensarán los demás de mi?”

Y de veras que la experimento como una especie de duendecillo berrinchudo y llorón que me quiere convencer de  dejar de dar, dejar de amar,  dejar de disfrutar la libertad mía y del otro.  La sensación que termina dejándome cuando la escucho es de enojo, de frustración, de victimización y de cierta “injusticia” .  Y en mis relaciones puedo decir que me lleva a generar conflicto, reclamar, insistir y exigir.  Total, el resultado de este no me deja casi nunca algo bueno.  Y no es que este duendecillo sea malo… me parece que viene también a recordarme que YO TAMBIEN QUIERO, DESEO Y NECESITO…. Sin embargo, si le escucho sin conciencia y me dejo llevar termino haciendo berrinche junto con el.  

Al mismo tiempo, está también otra voz siempre  resistiéndose a los encantos del EGO.  Es la voz del AMOR LIBRE.  Y este lo veo como una especie de hada mágica que sólo se contenta con echar sus polvillos para dar cariño, disfrutar, pasarla lindo , dar sin pensar en cuánto se dio, sin pedir nada a cambio, reconocer que los demás son seres libres y que NADIE me pertenece…. Es una hadita muy cariñosa, juguetona y sobre todo que me hace recordar la importancia de vivir en el presente, de ver lo que sí hay, en lugar de lo que no hay, y cuando la escucho termino sintiéndome SIEMPRE AGRADECIDA..   En mis relaciones me doy cuenta que me permite expresar cariño, comprender, descubrir al otro, escuchar, respetar y aprender a disfrutar la presencia y no la posesión. 


No se trata de pelearnos con el duende y sólo escuchar al hada.  Se trata de escuchar a ambos y reconocer las necesidades que nos dejan ver y al final decidir el lugar que queremos darle a uno o al otro en cada momento haciéndonos responsables y reconociendo  de que por momentos nos emberrinchamos y por momentos elegimos amar. 

domingo, 6 de septiembre de 2015

¿SED O NO SED? Conciencia del absurdo y la posibilidad del suicidio.

SED O NO SED…

Ser o no ser, ésa es la cuestión. ¿Cuál es más digna acción del ánimo, sufrir los tiros penetrantes de la fortuna injusta, u oponer los brazos a este torrente de calamidades, y darlas fin con atrevida resistencia? Morir es dormir. ¿No más? ¿Y por un sueño, diremos, las aflicciones se acabaron y los dolores sin número, patrimonio de nuestra débil naturaleza?... Este es un término que deberíamos solicitar con ansia. Morir es dormir... y tal vez soñar. Shakespeare

La gran pregunta se nos impone en cada instante de la existencia… ¿ser o no ser?  Intentamos evadirla por momentos dando por hecho que lo “obvio” es SER.  Sin embargo, cada instante elegimos ser o no ser, ser de una manera o no serlo, ser con alguien o ser en soledad, ser disfrutando o no, y finalmente en estas pequeñas elecciones terminamos por elegir seguir siendo o no.  Camus, gran  filósofo  del absurdo (1914-1960), habla con atino de nuestra tension entre lo absurdo de existir y al mismo tiempo las inmensas ganas de encontrar sentido a lo que vivimos.  El nos recuerda que nada nos impide elegir morir, más que la propia rebeldía de asumir nuestra responsabilidad ante la existencia, que aunque puede llegar a ser absurda, es nuestra.  Y nos invita a enfrentar la posibilidad del absurdo con lucidez y no con evasion; a acercarnos a esta duda de si vale la pena o no vivir con entereza y elegir con dignidad. 

Ahora, tal vez me esté poniendo intensa y filosófica pero confieso que esto me está “hacienda figura” como diríamos en Gestalt,  desde hace semanas mientras preparaba una conferencia para jovenes entre 15 y 20 años  sobre la prevención del suicidio.  Pensaba, “¿cuántas veces les han venido a decir a estos chavos que la vida tiene sentido?” “Cuántos argumentos decimos los adultos escandalizados de que alguien se cuestione seguir viviendo?” Y “¿realmente tendrá sentido para ellos?  Es más… Los adultos que tanto les motivamos , ¿vivimos apasionados por estar vivos? ¿amamos nuestra vida? ¿le encontramos sentido siempre? ¿asumimos la responsabilidad de seguir vivos pudiendo elegir el suicidio?   …. Y sinceramente me parecía bastante violento llegar a una conferencia con chicos cuyas vidas y dilemas no conozco a afirmarles que “deben querer vivir”… Pero, ¿cómo hacer mi trabajo de llevarlos a una reflexión que respete el hecho de que tal vez, muchos de ellos piensen que la vida es absurda, y al mismo tiempo permita abrir la posibilidad a encontrarle más ganas (o passion) a la vida?” Bueno, finalmente supongo que lo que se espera de nosotros los psicoterapeutas es que “ayudemos a que las personas que se acercan encuentren sentido”.  Y a mi, aunque sea psicoterapeuta, me sigue hacienda ruido el atrevimiento de “prohibirle” a alguien las ganas de morir o por lo menos el cuestionamiento….

Así que me puse a pensar en algo más simple pero, supuse, más llevadero… en lugar de preguntarme ¿SER O NO SER?  me vino a la mente las ganas o no ganas de algo…. “SED O NO SED” de algo…. 
Como que la SED es algo menos filosófico y más cotidiano de pensar.  ¿tengo sed o no?  ¿tengo ganas de tomarme algo o no ?  y de ahí imaginaba a estos chicos con sed de diversion, o sed de cariño, o sed de afirmación, o sed de ser vistos, o sed de un “break”…. Y por ahí me parecía menos violento llegarles.   Así que la conferencia en realidad se llamó “¿SED O NO SED? Esa es la cuestión” ..

Desde que somos pequeños surge una sed enorme de conocer el mundo, de descubrirle, de jugar y de aprender…. Y con el tiempo, por muchas circunstancias vamos perdiendo la sed, la sed continua hacia ganas de crecer, de trascender, de amar….. Pero a veces, cuando uno tiene mucha sed y el mundo nos reporta que “eso no es importante” o que “dejemos de soñar” o cuando los adultos (o el mundo en general)  a nuestro alrededor se muestran indiferentes, desabridos, sin pasión, sin sed, entonces nuestra sed se empieza a apagar… y poco a poco podría llegar incluso un punto donde se agote la sed y tengamos una sensación de sinsabor, de no ganas, de SEQUIA…. Que haga que nuestros sueños, ilusiones, locuras y pasiones se sequen también…. Y entonces comienza la pregunta de “¿para qué vivir si de todas formas siempre pasa lo mismo?” o “¿para qué amar si siempre se acaba?” o “¿para que me esfuerzo si no servirá de nada?”

Me es inevitable volver a Camus con su analogía de la PIEDRA DE SISIFO.  Camus retoma de la mitología griega a Sísifo.  Sísifo, había hecho enojar a los dioses quienes le castigaron quitándole la vista y asignándole una tarea eternal: Sísifo tendría que vivir ciego y dedicar la eternidad a empujar una enorme piedra de la base de una montaña a la cima, sabiendo de antemano que al llegar a la cima, la piedra caería de nuevo una y otra vez…eternamente. Y así Camus nos invita a pensar en la conciencia de la inutilidad, en lo absurdo de hacer la tarea de luchar o existir una y otra vez, sabiendo que siempre caeremos de nuevo. Pero frente a este absurdo, propone un Sísifo rebelde, uno que tome su piedra y elija hacerla suya, ya viviendo por el “castigo absurdo de los dioses” sino eligiendo asumir con dignidad su tarea y cargando su piedra. Aceptar el absurdo  es la única forma de adquirir dignidad. “Uno debe imaginar a Sísifo feliz”, decía Camus.  Y declara que esta posición lo salva de su destino suicida. 
Esta es mi invitación hoy… reconocer el absurdo de muchas tareas diarias, de muchas vivencias, y reconocer también, que frente a ellas, podemos rebelarnos y hacerlas nuestras, podemos cargar nuestra piedra (existencia) con entera conciencia de que tal vez es absurda pero de que la cargamos simplemente porque queremos hacerla con absoluta lucidez.

“Vivir la vida con passion no para escapar del absurdo sino para hacerle frente con absoluta lucidez”.  Albert Camus.


¿Cuál es tu piedra? 

martes, 11 de agosto de 2015

ESCRIBO…ESCRIBO PARA NO MORIR...

“Yo no vivo, ardo…
 Yo no lloro, yo lluevo…
 Yo no escribo, yo destilo…”

De las sesiones que he tenido hoy, me sorprende que las 5 han llegado de una manera u otra al tema de la muerte.  Una fue sobre  la muerte de una relación;  otra,  sobre la muerte de alguien a quien amó; otras sobre la muerte de lo que uno fue y ya no es más y al final hubo alguien que habló directamente de su miedo a desaparecer, a morir y no quedar más en este mundo.  Y entonces me puse a pensar sobre mi propio miedo a morir de todas estas maneras.   Y creo que este blog adquiere sentido cuando pienso que, en el fondo, lo que hacemos los que escribimos para que otros lean, es una manera de quedarnos. Necesitamos algo que nos haga sentir que nuestra existencia,  con nuestros dilemas, pensamientos, inquietudes y sueños, de alguna forma quedó plasmada para trascender el tiempo y el espacio.  Supongo que  cuando escribo, toda mi intencionalidad queda puesta en las palabras que plasmo y creo que así, algo de mi miedo a morir desaparece.   Me daba cuenta cómo en las redes sociales quedan testigos de nuestro diario vivir a través de las palabras o las imágenes.

El otro día también leía los poemas que escribió mi abuela antes de morir,  y fue precioso conocer cómo se sentía ella a través de sus palabras. Lo primero que pensé fue : “lo subiré a Facebook para que quede ahí abierto para todos y de esa forma mi abuela siga dejando huella a través de sus palabras escritas”.  Me conmuevo todos los días leyendo y sabiendo que alguien, como yo, estaba del otro lado de dicho escrito poniendo todo su ser en aquello y que hoy , me han tocado, seguramente sin saberlo,  sin sospecharlo.


Eso es escribir para mi, quedarme, plasmarme, destilarme y darme y al hacerlo algo de mí se resiste a morir, eso que sé que es leído por otros y al ser leído se queda en ellos.  Se queda en ellos no mi escrito, sino yo, y así muero un poco menos.   Me consuela pensar que exista esta forma mágica de rebelarme a las leyes del tiempo y del espacio y se me antoja invitarte a que cuando escribas, tú también pienses que, al menos de esta manera y por ese instante,  estás siendo etern@.    

sábado, 8 de agosto de 2015

LA PREGUNTA Y EL VACIO POSIBILITANTE

“Ten cuidado con aquello que afirmas… podrías encontrarte en un tiempo negando aquello que hubieras defendido con la vida misma”. Ernesto Spinelli.

Hace unas semanas estuve en Guadalajara en el 2º encuentro de psicoterapia Gestalt en México dando un taller al que llamé “EL ARTE DE NO SABER”.  Mi inspiración para este taller se encuentra en mi propio camino de vida y en tantas y tantas veces que me he mordido la lengua al descubrir que mucho de lo que he afirmado sobre mí, sobre otros, sobre el mundo, tiempo después es insostenible…. Como psicoterapeuta tuve muchos momentos (al principio de mi práctica privada e incluso sigo teniéndolos a veces) donde me aceleré a responder, donde di opiniones bastante categóricas o donde afirmé y declaré cosas con la fantasía de la seguridad de quien “sabe lo que dice”. 

Después vino mi primer confrontación con esta postura:  me divorcié.  Yo que había defendido a capa y espada el matrimonio, que había jurado ante cientos de personas mi permanencia en una relación hoy estaba fuera de ella, sin anillo y  sin tener claridad de quién era, a dónde iba o qué quería…. Y entonces cupo en mí la PREGUNTA, la DUDA y con ella la posibilidad de que llegara lo inesperado, lo hermoso  (o no tan hermoso) que no se me había ocurrido, lo sorprendente…  Porque cuando afirmamos, de alguna manera delimitamos, definimos y “fijamos” la posibilidad sin dejar cabida a otra.  

Con esto podrás pensar que cómo se me ocurre hablar de meras dudas, de puras preguntas, si la vida se estructura gracias a que se afirman o niegan ciertas cosas.  Y coincido contigo.  Necesitamos dar estructura para poder soportar la incertidumbre  y entonces nos creamos historias y fantasías de seguridad y de absoluta claridad y nos postulamos con aseveraciones fijas y “acertadas.  Si no afirmáramos nada sería imposible vivir…  Pero como se imaginarán,  mi interés en esto de la PREGUNTA se dirige principalmente al tema de  nuestras relaciones.   Ayer escribía sobre la posibilidad de ser “TURISTAS EN TIERRA SAGRADA” y descubrir al otro desde esta postura de total respeto y curiosidad.  Y justo de ahí partió mi reflexión sobre la PREGUNTA como una forma de estar en el mundo que permite ser observadores activos y abiertos a toda posibilidad de ser.  Una  persona que venía a terapia me dijo un día “es que si permanezco en la actitud de NO SABER al final terminará pareciendo que soy indiferente, desinteresada”.  Y ante esto pensaba que es diferente “no saber y no importarte” que “no saber y  querer preguntar porque te interesa”.  Y ¿cuál es la diferencia entre una y otra?   La verdad es que es  palabra aparentemente simple  pero  llena de profundidad:   LA PREGUNTA. 

La PREGUNTA es esta maravilla de nuestro lenguaje y de nuestro vivir en el que se manifiesta nuestra eterna búsqueda, nuestra conciencia de la finitud y pequeñez y nuestras ganas de siempre conocer más.  


La PREGUNTA en las relaciones es, a su vez, la posibilidad de crear encuentros llenos de sorpresa y descubrimiento.  Si reconozco que “NO SE  lo que la otra persona vive” y me intereso, entonces “PREGUNTO”.  Y pienso en la pregunta no sólo como  forma gramatical para construir una oración sino como la actitud de humildad e interés que me permite acercarme al otro desde la duda, la curiosidad y las ganas de descubrir lo que ahí hay.  Sólo que no olvidemos que  para que sea posible la actitud de PREGUNTA para cada uno de nosotros,  necesitamos aprender a soportar el hecho de que NO SABEMOS, y de que lo que escuchemos posiblemente no coincida con nuestros paradigmas o creencias… Y sobre todo soportar la apertura a la incertidumbre que tanto incomoda porque desajusta, porque invita al vacío posibilitante, al vacío en el que caben cosas que ni siquiera podemos imaginar.   Y lo desconocido suele asustar…. pero también puede transformar… 

¿Que preguntas te surgen si tratas de mirar con apertura a quien está a lado de ti? Si reconocieras que no le conoces…. ¿qué preguntarías?