“El surf
es uno de los pocos deportes que hay que mirar hacia adelante para ver lo que
hay detrás”.
Duke Kahanamoku
Durante
mucho tiempo se ha creído que las emociones son lo que nos acerca a los animales,
siendo la razón aquello que nos hace plenamente humanos (Aristóteles). Varios
enfoques terapéuticos entonces han intentado expresar de diferentes maneras que
las emociones “estorban”, “enferman” o se “tienen expresar” porque si se quedan
en el “interior”, entonces
"lastiman”. Por lo tanto
deberíamos "sacarlas" , "controlarlas" , "defendernos
de ellas" , etc.
Sin
embargo, a partir de Kierkegaard comienza en la filosofía un movimiento más
bien abierto a considerar a las emociones como lo que nos hace más humanos y a
recibirlas, más que intentarlas desaparecer o “sacar”.
Heidegger
las describía hacienda una analogía con la música describiendolas como
tonalidades (stimmung). La tonalidad es
algo que es parte del mundo y lo co-construimos juntos . Como humanos siempre
estamos en un stimmung,en una tonalidad,
nunca estamos neutros , siempre estamos en un estado emocional global y
sin duda, estados emocionales del lugar en el que estamos suelen ser bastante “contagiosos”
Pero , ¿qué
son las emociones? La palabra emoción
proviene del latín emotĭo, que significa
"movimiento o impulso", "aquello que te mueve hacia". Las
emociones no se pueden controlar ni dominar, simplemente aparecen. Lo que sí
podemos sin duda conocer y regular son los EMOTORES, es decir, los motores de
la emoción, aquellas situaciones, personas, cosas, olores, sonidos, imágenes o
fechas que nos despiertan cierta emoción.
Si las
emociones no se controlan ni se dominan, sino solo se experimentan, entonces
¿qué podemos hacer con ellas? ¿nos
deberemos dejar llevar por ellas y vivir en una montaña rusa emocional? O ¿cómo
podríamos aprovecharlas a nuestro favor?
En la
perspectiva existencial no hay emociones "buenas" y
"malas". Podríamos comparer a las emociones con el mar, no se puede
controlar, ni manipular pero sí se puede aprender a participar de su poder
.Como los surfistas aprenden a participar de las olas sin dominar el oceano
sino solo aprendiendo a aprovechar su poder. Las habilidades emocionales son
algunas formas de SURFEAR CON LAS
EMOCIONES y aprovechar el poder de
las tonalidades a nuestro favor. Y no importa que tan buen surfista seas,
acuérdate que de vez en cuando una ola te va a revolcar . Paradojicamente, son
aquellos que más “raspadas tienen” los que más habilidades emocionales
construyen y mejor aprenden a surfear con la experiencia. Si no tienes apertura
a "ser raspado" no aprenderás a surfear en ellas .
Las
habilidades emocionales que les describiré no es que se aprendan todas juntas y
al mismo tiempo, van siendo aprendidas y poco a poco, a veces una por una, a
veces todas juntas, lo importante es dares el tiempo para practicarlas y darles
la bienvenida (Gendlin, 1990)
1. Conciencia : La primer habilidad consiste en darme cuenta de que
estoy experimentando algo, tal vez con poca claridad de qué es, pero
convirtiendo la emoción experimentada en una emoción que se SABE se experimentó
concientemente.
2. Diferenciación:
Saber qué siento. Saber que es algo ya conocido, o algo nuevo, que es
incómodo o comodo.
3. Articulación: poder ponerlo en palabras, ya sea con
un nombre de sentimiento estipulado por mi lenguaje o con alguna imagen o
descripción que para mi describa aquello que siento.
4. Motricidad y/o kinestesia: ¿a qué tipo de movimiento me invita esta
emoción? ¿en qué parte de mi cuerpo la experimento? ¿esta emoción me hace
querer alejarme de ella o acercarme?
5. Tolerancia: ¿qué tanto soy
capaz de aceptar este estado emocional y sufear en el? ¿ qué tanto puedo darle
la bienvenida en lugar de intentar huir ?
6. Aprender a usar como guía relacional : Como diría Eugene Gendlin, dejar que la
sensación “empiece a ser mi maestra y deje de ser mi enemiga” y permitirle ser
parte de mi.
Estas seis
habilidades son formas de aprender cómo conservar la seguridad, integridad o
dignidad ante cierta relación o situación.
El
descubrir a las emociones como parte de nuestra tonalidad y aprender a surfear
con ellas nos puede volver mucho más habiles en las relaciones interpersonales
en las que otras personas están igualmente llenas de emociones que no
necesariamente controlan y así poder navegar con mayor fluidez en las distintas
tonalidades en las que nos encontramos con distintas relaciones.
Te invito a
hacer este ejercicio y detenerte un Segundo a mirar qué sensación o emoción
experimentas en este momento, tomar conciencia de ella, diferenciarla,
nombrarla, observar el movimiento o pasividad que genera, tolerarla o sostenerla y aprender a darle la bienvenida.
En el
siguiente artículo seguiremos hablando de las emociones y como a veces nos
aferramos a algunas de ellas construyendo patrones de relación quen nos
permitan que cierta emoción siga viva… VAMONOS
A SURFEAR!