lunes, 27 de enero de 2014

SURFING EMOCIONAL: 6 habilidades para surfear en el mar de las emociones



 “El surf es uno de los pocos deportes que hay que mirar hacia adelante para ver lo que hay detrás”. 
Duke Kahanamoku

Durante mucho tiempo se ha creído que las emociones son lo que nos acerca a los animales, siendo la razón aquello que nos hace plenamente humanos (Aristóteles). Varios enfoques terapéuticos entonces han intentado expresar de diferentes maneras que las emociones “estorban”, “enferman” o se “tienen expresar” porque si se quedan en el “interior”, entonces  "lastiman”.  Por lo tanto deberíamos "sacarlas" , "controlarlas" , "defendernos de ellas" , etc.

Sin embargo, a partir de Kierkegaard comienza en la filosofía un movimiento más bien abierto a considerar a las emociones como lo que nos hace más humanos y a recibirlas, más que intentarlas desaparecer o “sacar”.

Heidegger las describía hacienda una analogía con la música describiendolas como tonalidades (stimmung).  La tonalidad es algo que es parte del mundo y lo co-construimos juntos . Como humanos siempre estamos en un stimmung,en una tonalidad,  nunca estamos neutros , siempre estamos en un estado emocional global y sin duda, estados emocionales del lugar en el que estamos suelen ser bastante “contagiosos”

Pero , ¿qué son las emociones?   La palabra emoción proviene del latín emotĭo, que significa "movimiento o impulso", "aquello que te mueve hacia". Las emociones no se pueden controlar ni dominar, simplemente aparecen. Lo que sí podemos sin duda conocer y regular son los EMOTORES, es decir, los motores de la emoción, aquellas situaciones, personas, cosas, olores, sonidos, imágenes o fechas que nos despiertan cierta emoción. 

Si las emociones no se controlan ni se dominan, sino solo se experimentan, entonces ¿qué podemos hacer con ellas?  ¿nos deberemos dejar llevar por ellas y vivir en una montaña rusa emocional? O ¿cómo podríamos aprovecharlas a nuestro favor?

En la perspectiva existencial no hay emociones "buenas" y "malas". Podríamos comparer a las emociones con el mar, no se puede controlar, ni manipular pero sí se puede aprender a participar de su poder .Como los surfistas aprenden a participar de las olas sin dominar el oceano sino solo aprendiendo a aprovechar su poder. Las habilidades emocionales son algunas formas de SURFEAR CON LAS EMOCIONES y  aprovechar el poder de las tonalidades a nuestro favor. Y no importa que tan buen surfista seas, acuérdate que de vez en cuando una ola te va a revolcar . Paradojicamente, son aquellos que más “raspadas tienen” los que más habilidades emocionales construyen y mejor aprenden a surfear con la experiencia. Si no tienes apertura a "ser raspado" no aprenderás a surfear en ellas .

Las habilidades emocionales que les describiré no es que se aprendan todas juntas y al mismo tiempo, van siendo aprendidas y poco a poco, a veces una por una, a veces todas juntas, lo importante es dares el tiempo para practicarlas y darles la bienvenida (Gendlin, 1990) 


1.                       Conciencia : La primer habilidad consiste en darme cuenta de que estoy experimentando algo, tal vez con poca claridad de qué es, pero convirtiendo la emoción experimentada en una emoción que se SABE se experimentó concientemente.

2.                     Diferenciación:  Saber qué siento. Saber que es algo ya conocido, o algo nuevo, que es incómodo o comodo.

3.       Articulación: poder ponerlo en palabras, ya sea con un nombre de sentimiento estipulado por mi lenguaje o con alguna imagen o descripción que para mi describa aquello que siento.

4.        Motricidad y/o kinestesia: ¿a qué tipo de movimiento me invita esta emoción? ¿en qué parte de mi cuerpo la experimento? ¿esta emoción me hace querer alejarme de ella o acercarme?

5.              Tolerancia:  ¿qué tanto soy capaz de aceptar este estado emocional y sufear en el? ¿ qué tanto puedo darle la bienvenida en lugar de intentar huir ?

6.                      Aprender a usar como guía relacional : Como diría Eugene Gendlin, dejar que la sensación “empiece a ser mi maestra y deje de ser mi enemiga” y permitirle ser parte de mi. 

Estas seis habilidades son formas de aprender cómo conservar la seguridad, integridad o dignidad ante cierta relación o situación. 


El descubrir a las emociones como parte de nuestra tonalidad y aprender a surfear con ellas nos puede volver mucho más habiles en las relaciones interpersonales en las que otras personas están igualmente llenas de emociones que no necesariamente controlan y así poder navegar con mayor fluidez en las distintas tonalidades en las que nos encontramos con distintas relaciones.

Te invito a hacer este ejercicio y detenerte un Segundo a mirar qué sensación o emoción experimentas en este momento, tomar conciencia de ella, diferenciarla, nombrarla, observar el movimiento o pasividad que genera,  tolerarla o sostenerla  y aprender a darle la bienvenida. 

En el siguiente artículo seguiremos hablando de las emociones y como a veces nos aferramos a algunas de ellas construyendo patrones de relación quen nos permitan que cierta emoción siga viva… VAMONOS A SURFEAR!


martes, 7 de enero de 2014

Internet pone a prueba nuestra capacidad para estar AQUI Y AHORA




¿El que mucho abarca, poco aprieta? 

En la Psicoterapia Gestalt, tal vez conocida por muchos de nuestros lectores (espero….jajaj) , se promueve el principio del AQUI Y EL AHORA, entre muchos otros… Y es importante aclarar que por más choteado que ya se encuentre el pobre principio,  necesitamos admitir que su profundidad y valor no desaparecen por la popularidad que ha adquirido. La mayoría de pensadores humanistas se centran en el poder de enfocarse en el presente, de poner toda la energía disponible al "único tiempo que realmente existe" puesto que se supone es la clave para vivir "en plenitud". En la cultura oriental muchos lo viven incluso como una práctica religiosa. Bueno, Eckhart Tolle (autor del libro El poder del ahora) hasta lo nombra EL PODER. 
Otros enfoques no están tan de acuerdo y consideran que el presente jamás está en realidad pues es un continuo de pasados-futuros y mencionan que en el momento en el que ya estamos reflexionando sobre "el instante", ese "instante" ya se desvaneció y es un pasado sobre el que se reflexiona… 
Y tenga razón quien sea que la tenga, lo cierto es que el estar enfocados y con la conciencia abierta a la experiencia implica cierto nivel de presencia en lo que sucede en LO MAS PRESENTE QUE SEAMOS CAPACES DE PERCIBIR, valga la redundancia y cantinfleo.  En otras palabras, para poder hacer conciencia de lo que nos está pasando mientras experimentamos la vida como va pasando, requerimos una concentración específica que conlleva evitar perdernos en el pasado o en angustiarnos del futuro, por lo menos mientras estamos viviendo ese presente. 
Pero entonces, aquí andamos según nosotros queriendo vivir muy meditativos el  "aquí y ahora" y de repente nos topamos con el abogado del diablo de nuestro tiempo: la navegación en línea. El mundo virtual  que, sin duda nos ha abierto puertas a millones de espacios para obtener información, amigos, consuelo, cuestionamientos, influencias, modas, noticias y demás, ¿podría estar cambiando nuestra forma de procesar la información? ¿te  descubres a veces intentando terminar de leer una artículo al mismo tiempo que respondes un mensaje de facebook, terminas de escribir en word, y mandas un mensaje de whatsapp? ¿te has cachado dejando a medias varias lecturas o leyendo sólo encabezados? ¿Te cuesta más trabajo terminar libros ahora que hace unos años, cuando no tenías tantas posibilidades de navegación?  
No se si a ustedes les ha pasado, pero yo me he descubierto con una concentración dispersa, intermitente, casi casi en forma de link… me cuesta trabajo recordar dónde leí cierta frase, me descubro siendo atrapada por publicidad dentro de la página en la que revisaba artículos de psicología y terminé contestando una encuesta o navegando en sitios que, en parte, siento que no elegí tan libremente.  
Leía un artículo de Nicholas Carr, con el título "Nos está haciendo Google estúpidos, lo que internet está haciendo a nuestros cerebros" (Carr, N, 2008, Is google Making Us Stupid?) en el que el autor hace una reflexión interesante sobre la manera en la que podría estar cambiando, no sólo el número de amigos con los que contamos, o la cantidad de información que hemos "metido" en nuestro cerebro, sino también la FORMA de procesar la información, siendo ahora una forma rápida pero poco analítica y "sintiendo que ya sabemos mucho sobre algo" por que sólo leímos el encabezado de alguna página. 
Carr describe la dificultad que el mismo, y otros colegas, tienen para leer libros completos sin sentir que necesitan interrumpir, saltar de página o distraer la atención en alguno de los estímulos tecnológicos.  Utiliza la metáfora una vez fui un buzo en el mar de las palabras, ahora paso por la superficie como un tipo en jet ski, no logro adentrarme en las lecturas. 
Si este fenómeno lo pasamos a la experiencia del AQUI Y EL AHORA, los terapeutas, en especial los Gestaltistas, y todos en realidad, nos encontramos ante el gran reto de poder procesar la información a la velocidad en la que se presenta y al mismo tiempo adaptarnos y hacer ajustes creativos para poder centrarnos en la experiencia presente, tanto en soledad como en el encuentro con otros.  Suena fácil… pero si ya el logro de VIVIR EL PRESENTE es toda una maestría.. lograr  hacerlo en medio del ruido y estímulos de times square en nueva york o del metro en la ciudad de México, sería una mención honorífica de postdoctorado sin duda.
Nos dejo con algunas preguntas que me surgen, no para satanizar la maravilla de nuestro tiempo, sino para adueñarnos conscientemente de lo nos pasa con y a partir de ella  ¿cuántos artículos o libros en línea he terminado de leer realmente? ¿ con cuántas personas hablo a la vez en línea (por celular o computadora)? ¿qué tanto olvido lo último que estaba haciendo, a dónde iba o dónde dejé las llaves por  estar navegando en facebook mientras camino? ¿que tan presente es mi presencia frente a otros? ¿ juego con mis hijos con el celular en la mano? ¿ trabajo con más de 5 ventanas abiertas y salto de una a la otra? 

Desiree 

jueves, 2 de enero de 2014

AMAR LA EXISTENCIA COMO VIENE : AMOR FATI


Me encanta la sensación de "cambio" que implica el concepto de "año nuevo".  Aunque en realidad es un continuum y es una fantasía que este sea "otro" año,  el consenso que hemos hecho (de forma conciente o no) sobre ponerle tiempos a la vida nos ayuda a recordar lo finito del destino, y genera una sensación de poder volver a comenzar, de dejar atrás algo y empezar lo nuevo, de renovar, de despedirse, de replantearse.  Como dice Rollo May, nos permite "hacer esa pausa" que nos redefine cada que la hacemos. 


Y pensando en la vida que reempienza, al menos a nivel conceptual y vivencial, pensaba en la importancia de tomar la vida como viene, con lo agradable y lo desagradable, con lo rico y lo no tanto, con lo amoroso y lo doloroso… Veía las publicaciones en redes sociales y la mayoría traen un optimismo muy rico pero al mismo tiempo me hace pensar en lo mucho que valoramos lo alegre, lo rico, lo bueno, lo placentero… y dejamos del lado (por lo menos preferimos no mencionar) lo ácido, lo incómodo, lo no placentero….  y la vida siempre viene combinada, siempre viene en contrastes.  

Niezsche hablaba  precisamente del AMOR FATI como una forma de entender todos los lados de la existencia, en especial los que hasta ahora han sido negados y amarlos con la misma fuerza con la que amamos los lados agradables  y valorados.  AMOR FATI (amor al destino) , para Nietzsche es amar la existencia como viene, dar SI a los dilemas que presenta y dejarse de lamentar por las cosas que no son como preferiríamos, es asumir cómo se ha de vivir y "no querer que nada sea distinto, ni en el pasado, ni en el futuro" (Nietzsche en Gómez, 2000).  En resumen, es decir SI a toda la existencia, COMPLETA, como viene…. 

Aquello que no es tan agradable es tan señal de que estamos vivos, de que existimos, como aquello que es sabroso en la vida…. el hecho de que podamos experimentarlo es YA EL REGALO porque pudiendo no ser, está siendo, y sentir la vida completa, incluso incómoda como viene, nos recuerda, al menos, que estamos vivos y que sentimos.  

Se me antoja invitarlos a esta reflexión en el  replanteamiento de vida que todos hemos consensado a hacer al reiniciar otro año: ¿qué tanto te permites amar la existencia como se te presenta? ¿Cuántas veces te descubres deseando que todo fuera diferente? ¿intentas evitar momentos incomodos y dolorosos "subiendo el volumen al radio" o tratando de callar dicha incomodidad? ¿o le haces frente a la incomodidad con total lucidez? ¿Valoras este año que comienza sólo por lo agradable que trae, o estás list@ para amarle con TODO lo que trae, incluído lo desagradable?   

Yo misma me quedo pensándolas y deseando atreverme a aceptar mi destino, no en un sentido determinista, sino a aceptar mi existencia como se me presenta, sin querer huir de los dilemas e incomodidades a las que me invita para vivir, si no exitosamente, al menos con gran valentía este ciclo que me doy la oportunidad de reintentar, replantear, y reinventar. 

A VIVIR !!